FANTASMAS EN LOS PASILLOS...

Un día decidí no conformarme,    decidí seguir perdiéndome,    buscándome, encontrándome y explorandome... Siempre desconfié de los absolutos,   de los perfectos, de los impecables...Creo que la vida se trata de las experiencias -buenas o malas- que nos ayudan a volvernos mejores y más fuertes cuando aprendemos de ellas.  No me considero espiritual, solo busco la armonía, y por amor a mi misma, me alejo cuando algo no me la puede dar, he aprendido en el camino a alejarme de la amargura de los amargados para no dejar que  contaminen mi espíritu, ni dejar que los que se creen dueños de las reglas me digan cómo vivir la vida. En fin...No creas a los que te acusan de estar loca , y que vas contra el mundo...Porque la vida ha demostrado hace tiempo, que lo que hace la mayoría, es lo que tiene a tanta vida en la tierra ansiosos, estresados y muriendo.  Así que no permitas que nadie te diga como sentirte ni que hacer ni cómo gestionar tus sentimientos, eso solo lo sabes tú, si te das tiempo d

Y entonces, un día entendí que la suma de muchísimos ayeres, forma mi pasado. Mi pasado se compone de recuerdos alegres...Recuerdos tristes... que llevare en mi, por siempre.  El día de ayer pudo haber sido un hermoso día, pero no puedo avanzar mirando constantemente hacia atrás, corro el riesgo de no ver los rostros de los que marchan a mi lado. Puede ser que el día de mañana amanezca aún mas hermoso, pero no puedo avanzar mirando solo el horizonte, corro el riesgo de no ver el paisaje que se abre a mi alrededor. Por eso, yo prefiero el día de hoy. Me gusta pisarlo con fuerza, gozar su sol o estremecerme con su frío, disfrutar y agradecer cada minuto que me es dado,  sentir como cada instante, dice: presente, estoy aquí, viveme.  Se que es muy breve, que pronto pasara, que no voy a poder modificarlo luego, ni pasarlo en limpio. Como tampoco puedo planificar demasiado el día de mañana: es un lugar que todavía no existe. y es por ello que: Ayer fui. Mañana, seré.

Estar bien y en calma no significa no tener problemas... Estar bien es saber que tienes la capacidad para poder manejarlos. Imagina todas las cosas maravillosas que podrías estar pensando si no tuvieras tu mente ocupada en todos tus problemas. Fíjate en todo esto que tienes ahora mismo y no en lo que perdiste.  Porque no es lo que el mundo te quita lo que cuenta, es lo que haces con lo que te queda y debemos entender que a veces la vida nos cierra las puertas porque es el momento de seguir adelante.  Y eso está bien porque a menudo no nos movemos si las circunstancias no nos obligan a ello. Cuando sean tiempos difíciles recuérdate a ti mismo que el dolor no viene sin un propósito. Cura tus heridas pero nunca olvides qué te enseñaron.    Y usa esa enseñanza para volverte más fuerte y tener la certeza de que todo saldrá bien,    quizá no inmediatamente, pero sí en    su tiempo.  Y sobre todo recuerda que hay dos tipos de dolor: el dolor que duele y te destruye y el dolor que te cambia y

Y si lo pensamos bien, ya vivíamos con máscaras, pero antes no podíamos detenernos, teníamos que seguir y para poder hacerlo nos protegíamos del virus interior, un virus que nos ahogaba, que nos mermaba, nos enfermaba el alma y nos quitaba las ganas de estar aquí. Y de pronto llegó un virus real 🦠 ese virus externo que vino para que nos diéramos cuenta que por dentro, hace tiempo ya estábamos enfermos, que sufríamos de ceguera mental y espiritual, la prepotencia, el ego, la ignorancia y la falta de conciencia era la pandemia global que por dentro nos aquejaba, y un día la vida nos paro en seco para obligarnos a hacer lo que debimos hacer hace tiempo y un día nos despertamos usando máscaras por fuera, sacando la máscara interior para ahora usarla en nuestro rostro y esperando que pasen los días con prisa para volver a “la normalidad “. Yo creo que deberíamos usar este tiempo para reflexionar y considerar a que aspectos de la “normalidad” vale la pena volver.  Usar este

Hoy salí de casa para hacer compras necesarias para la alacena, regrese con  un sentimiento que no sé cómo describirlo, y eso, ya es decir bastante porque siempre creí que podría poner en palabras casi todo… El virus dejo al mundo en modo de pausa que parece irreal, pero no lo es. Desencadeno en pocas semanas un conjunto de explosiones en serie que van transformando al mundo como lo conocimos. Y todo esto es lo que no me ha permito estar al 100% como en días anteriores al virus, quizá es mi etapa de preocupación ante todo esto… realmente es muy difícil ver y vivir cuidándonos del contacto físico, difícil ver a tus seres queridos conservando las distancias, y decirnos mirándonos a los ojos, necesito tanto tu abrazo y no poder acercarte. Hoy particularmente me afecto toda la situación, y estoy preocupada por todos, hasta por los que no conozco, porque reconozco que no es fácil, esto no es fácil ni para el que tenga todas las comodidades, ya que todos estamos intentando y tratando de ver

Estamos viviendo una época complicada, en donde una situación global nos ha obligado a tomar medidas que quizás nunca voluntariamente hubiésemos adoptado. Estamos obligados a resguardarnos, protegernos y cuidarnos, a estar más que nunca conectados, mientras paradójicamente procuramos la mayor distancia física. Como todos, yo sé que es complicado mantener la calma, pero creo firmemente que de ello depende que todo salga bien y que podamos sacar lo mejor de nosotros para superar esta experiencia. Volver a nosotros, a nuestro centro, a lo simple, es quizá la tarea de fondo que lleva consigo este proceso, darle prioridad al amor, a la unión y a la familia, a redescubrirnos más allá de nuestros patrones mentales y otros un tanto egoístas que rigen la rutina diaria de nuestras sociedades, y es que a veces sentimos mucha resistencia a permanecer quietos, y extrañamos la rutina, el acelere y el estrés por doquier. Ahora tenemos miedo de vernos frágiles y amenazados por algo que sale de n