FANTASMAS EN LOS PASILLOS...

Hay momentos que sentimos que todo este mal, que nuestras vidas se hunden en un abismo tan profundo, que no se alcanza a ver ni un pequeño resquicio por el que pase la luz.  En esos momentos debemos de tomar todo nuestro amor, nuestro coraje, nuestros sentimientos, nuestra fuerza y luchar por salir adelante.  Muchas veces nos hemos preguntado si vale la pena levantarnos de nuevo, y solo puedo contestar una cosa: Hagamos que nuestra vida valga la pena.  Vale la pena sufrir, porque he aprendido a amar con todo el corazón.  Vale la pena estar en la oscuridad y caer hasta lo más profundo, porque ya no puedo ir más hacia abajo, de ahí en adelante todo va a ser hacia arriba hasta que vea la luz.  Vale la pena entregar todo, porque cada sonrisa y lágrima son sinceras.  Vale la pena agachar la cabeza y bajar las manos, porque al levantarlas seré más fuerte de corazón.  Vale la pena una lágrima, porque es el filtro de mis sentimientos, a través de ella me reconozco frágil y me muestro t

 Me senté y cerré los ojos y entonces me vi... me vi a mí, llena, repleta de amor que no había dado, de amores que nunca habían sido amores, rodeada de personas que no me interesaban. Entonces paré... Y me acordé que me habían amado, que había personas que realmente se interesaban por mí. Me acordé de cada una de las tardes donde me había dedicado a caminar en silencio por la calle, con la cabeza solamente en el canto de los pájaros, sintiendo el aroma de cada una de las flores, la manzanilla que brota en el barrio y ya lo hacía desde mi infancia. Viajé hasta mi infancia, cuando me sentaba bajo los árboles para escribir cartas de amor que nunca iba a dar, me acordé cuando me escondía atrás de los árboles para ver ese chico que robaba todos mis sueños, mientras que soñaba, vivía una vida nueva, llena de felicidad, un sueño que no terminaba nunca. Y fui a mi adolescencia metida atrás de libros que contaban grandes historias de amor, donde yo podía seguir imaginando mi futuro, c

DÍAS ……. Y MAS DÍAS  ......... Los días pasan y la vida se escapa. Aprendemos y padecemos, sufrimos y hasta somos felices, o eso creo, en realidad por estos días ya no se ni que creer, lo único que si se, es que desde que no estas aprendí a "medio" vivir, aprendí a seguir adelante a pesar de las contradicciones de la vida, entendí muchísimas cosas desde que tuviste que irte. Y estoy parada en un punto donde parece que vivir ya no es vivir, sino que es sobrevivir, sosteniendo mi mirada para no llorar, y la he sostenido tanto, tanto que ahora ya no soy ni capaz de hacerlo, conteniendo estas emociones para no salir corriendo a cometer una locura, buscando explicaciones divinas o justificaciones a las cosas que suceden, aunque finalmente no queda otra que entender que, son cosas que pasan, y que no son antinaturales, sino que, simplemente pasan.... y así sin que las entendamos, pasan…… Así como pasan los días…. Y más días, pasan semanas…pasan los meses, pasan los años y me d